HIPNOSIS CONDUCTUAL (CLINICA)

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Qué es la hipnosis

Quizás lo más sencillo sea comenzar diciendo que no es la hipnosis, en los espectáculos nos muestran la hipnosis como un estado de sumisión e inconsciencia donde la persona es forzada hacer cosas ridículas en contra de su voluntad o donde es obligada a confesar lo inconfesable.

Obviamente esto no es real, si así fuera en todos los departamentos de policía habría un hipnoterapeuta. Lo que vemos en los espectáculos es eso un espectáculo, un show. La mayoría de las veces está preparado o se han analizado a las personas que participan previamente, buscando aquellas de voluntad débil y carácter sumiso a las que se puede llegar a sugestionar. Apenas un 10 por ciento de la población que inducida por técnicas bruscas e instantáneas pueden durante unos minutos perder su voluntad.

En un espectáculo donde haya 100 o más personas siempre podremos encontrar 5 o 10 personas de este tipo. La hipnosis más que un estado de inconsciencia es un estado de hiperconsciencia, de conciencia expandida y focalizada. La mente se desentiende del cuerpo y se disocia concentrándose en un punto hacia el que le dirige el terapeuta sin perder en ningún momento el contacto con la realidad, por el contrario, la capacidad de los sentidos se multiplica pero la atención se dirige hacia donde nos lleva el terapeuta.

Podemos decir también que la hipnosis es un estado de trance y disociación en el que empezamos a percibir nuestra realidad interior.

La hipnosis trance y disociación

Nos disociamos muchas veces al día, cuando conducimos, cuando leemos, cuando vemos una película, nos disociamos cada vez que una parte de nuestra mente se ocupa de una cosa y otra parte se ocupa de otra… En hipnosis disociamos la mente del cuerpo, colocamos el cuerpo en un estado de relajación y permitimos que la mente se desentienda del cuerpo y así la mente gana recursos para las funciones terapéuticas.

Es como en los ordenadores, muchas veces cuando necesitamos hacer algo muy importante, tenemos que apagar todos los programas que están funcionando y mantenemos solo lo mínimo para que el ordenador no se apague, de esta manera ganamos muchos recursos para lo que estamos haciendo. El proceso de disociar la mente del cuerpo y despejarla de las tareas para permitirle concentrarse se parece bastante a esto.

Una de las cosas más complicadas es convencer al paciente de que ha estado en hipnosis, ellos esperan dormirse y que al despertase les cuentes lo que ha sucedido y cuando ven que no es así suelen sentirse decepcionados. Se pasan una hora y media sin pestañear y con muchos signos corporales como rigidez, falta de movimiento, no tragar saliva etc y cuando terminas te dicen, no sé si entre en hipnosis porque estuve todo el tiempo despierto. Hay un concepto muy equivocado, la hipnosis no es estar dormido, es estar muy despierto. Te convierte en el observador directo de tu propia película.

La mente tiene una parte consciente, con la que funcionamos habitualmente, la que controla nuestros análisis, nuestros razonamientos, nuestra educación, nuestros hábitos. Todo lo que hacemos diariamente de una forma consciente. Si comparamos la mente con un iceberg el consciente seria la punta del iceberg y después en la parte de abajo nos encontraríamos con el inconsciente y el subconsciente. El consciente va diciéndote lo que debes hacer, si está bien o mal, efectúa un control total. En hipnosis accedes a través de un estado de relajación y con ayuda de la imaginación a la mente subconsciente e incluso a veces a la inconsciente. En ese estado las respuestas que obtenemos son directas del inconsciente y del subconsciente y de esta forma conseguimos una información sobre el paciente que de otra manera nos costaría muchos meses lograr.

Origen

El origen de la palabra Hipnosis nos ayuda a entender lo que es Hipnosis. Hipno: en la mitología griega HYPNOS era la personificación del sueño. SIS: Sufijo que significa estado irregular. Por lo que el significado de la palabra Hipnosis sería un estado irregular del sueño.

Realmente es un estado natural de la persona que alcanzamos de manera artificial. Tanto la psicología experimental como la neurociencia la definen como una alteración natural de la conciencia (es decir, del modo en que nos damos cuenta de nuestros estados internos y de la información del medio externo), la cual, a través de la focalización atencional, concentración, imaginación y las palabras orientadoras (sugestiones) de un guía (hipólogo o terapeuta), permite que el paciente adquiera mucho mayor conocimiento y poder sobre sí mismo.

Estos beneficios pueden ir desde algo tan concreto como cambiar un patrón de respuesta emocional angustioso frente a una situación específica (como lo es la angustia desmedida frente a grupos de gente en la fobia social), hasta movilizar recursos internos del paciente para potenciar áreas y descubrir aspectos nuevos del sí mismo. La base fundamental de la hipnosis es la sugestión.

En la hipnosis conductual hacemos indicaciones que podrían considerarse como sugestiones constantemente. Sugerimos a nuestros clientes, por ejemplo, que cambien determinada forma de comportarse. Para ello empleamos la sugestión directa o metáforas y sugestiones indirectas en forma de visualizaciones o incluso contando una historia al cliente que no se refiera exactamente a él, pero que le lleve a descubrir las consecuencias de comportarse de una forma determinada. Lo ideal es que él mismo descubra a través de su propia historia los resultados de comportarse así. Por eso, lo que se le pide siempre es que compruebe lo que va a ocurrir en el futuro si aplica los cambios sugeridos. Todas estas sugestiones las recordará el cliente cuando se encuentre ante la situación desencadenante que hayamos trabajado durante la hipnosis conductual, lo que le ayudará a controlar o modificar su conducta.

Hay tantos tipos de hipnosis como de Hipnoterapeuta. Hipnosis conductual es una de las variantes de la hipnosis clínica directa. Encontramos dentro de esta técnica todos los recursos aplicados en hipnosis clínica directa, además de muchos otros aplicados habitualmente en la hipnosis regresiva y en diferentes técnicas de liberación emocional y programación neurolingüística. Las técnicas de la hipnosis conductual apoyadas en la neurolingüística y en las diferentes técnicas de liberación emocional son un colaborador ideal para tratar los problemas relacionados con el estado de ánimo (ansiedad o depresión), en hábitos de conducta inadecuada, así como para ayudar a controlar el dolor.

Su mayor eficacia se vincula al tratamiento de trastornos de ansiedad (como fobias, ansiedad generalizada, crisis de pánico, trastorno obsesivo compulsivo y estrés postraumático), depresión, trastornos alimentarios, trastornos disociativos y disfunciones sexuales (como algunos tipos de anorgasmia femenina y eyaculación precoz en el hombre). En trastornos de ansiedad, como fobias y crisis de pánico, entre muchas otras, ha demostrado ser una técnica altamente efectiva. De hecho, la evidencia indica que cualquier enfoque de tratamiento en psicoterapia es más efectivo cuando incluye uso de hipnosis clínica en cualquiera de sus variantes.

En términos generales, la hipnosis permite modificar patrones emocionales como la respuesta de angustia frente a un estímulo como ocurre en las fobias y otros cuadros. Es posible que el paciente en hipnosis, con ayuda del terapeuta, reviva con lujo de detalles un recuerdo muy positivo para sí mismo o sí misma. Posteriormente, es posible que también reviva una situación traumática que le evoque emociones de angustia, la cual haya sido un evento clave en el surgimiento de la fobia.

En hipnosis, es posible asociar y disociar emociones respecto de estímulos y contextos. Por ejemplo, el paciente puede asociar ambas emociones: que cada vez que vea el estímulo que le genera angustia, se le gatille de cierto momento en adelante también la sensación positiva y de empoderamiento de otro evento de su pasado. Ambos patrones de respuesta (el negativo originado por el trauma, y el positivo originado por revivificación emocional en hipnosis) surgen y se enfrentan cuando el paciente se encuentra nuevamente con el estímulo que le generaba fobia, sólo que esta vez, no se genera la angustia en su grado anterior, como si las angustias con la sensación positiva se fusionaran. A esta estrategia suele llamársele “Reencuadre”, pues implica poner un marco emocional totalmente nuevo al estilo de responder a un estímulo que anteriormente generaba fobia. Así, existen incontables estrategias hipnoterapéuticas muy útiles, tanto en el manejo de los síntomas como en la experiencia y vivencia del paciente respecto a su problema.

Además de los trastornos de ansiedad y angustia, la hipnosis ha demostrado ser muy útil en disfunciones sexuales como la impotencia masculina de origen psicológico y la eyaculación precoz. En la mujer, ha demostrado ser muy eficaz en el tratamiento de la anorgasmia femenina y vaginismo. El caso es el mismo para la depresión, trastornos alimentarios (como anorexia y bulimia) y cuadros menos frecuentes como los trastornos disociativos. Por ejemplo, para intervenir la amnesia disociativa (que en términos simples refiere a extensas pérdidas de memoria debido, generalmente, a eventos traumáticos), la hipnosis clínica es considerada la intervención más eficaz de las existentes.

Además, la hipnosis ha demostrado que puede ser muy útil en cuadros que no necesariamente configuran un trastorno. Por ejemplo, para problemas vocacionales o confusiones de identidad sexual, la hipnosis permite construir escenarios hipotéticos para que el paciente vivencie algo distinto. Tal como existe la “regresión de edad”, existe la “progresión”, la cual consiste en que el paciente suponga que su vida toma cierto curso, se imagine a futuro viviendo de esa manera y sienta, con lujo de detalles como si fuese totalmente real, que está viviendo su futuro hipotético.

Algunas teorías dicen que la hipnosis permite conectar emociones y deseos inconscientes, con la claridad de lo consciente, permitiendo generar cambios muy profundos. En efecto, otra de tantas estrategias consiste en la movilización de recursos, la cual supone que todas las personas tenemos recursos y potencialidades psicológicas, sólo que algunos las tienen focalizadas en un área de su vida, descuidando otras.

Existe una estrategia que busca movilizar dichos recursos psicológicos a otras áreas de la vida. Por ejemplo, si una persona es muy sociable y se siente muy segura al tratar con grupos de gente, pero tiene miedos muy marcados y gran debilidad a la hora de resolver problemas laborales, es posible movilizar recursos de la primera área a la segunda.

Estos son sólo algunos ejemplos concretos de estrategias utilizadas con hipnosis en el contexto clínico. Las estrategias planteadas durante los últimos 40 años de investigación y práctica con hipnosis clínica son realmente innumerables. Además, como la hipnosis puede acoplarse a casi cualquier enfoque de tratamiento en psicoterapia lo que la convierte en un recurso complementario ideal para cualquier terapia psicológica.

 

¿Qué es la Hipnosis Conductual?

La Hipnosis Conductual es la integración entre la hipnosis clínica moderna y técnicas avanzadas de liberación emocional. No se limita a inducir un estado de relajación: trabaja de forma estratégica sobre la conducta, la emoción y las respuestas automáticas del sistema nervioso. Es un método profundo, estructurado y orientado a resultados, diseñado para transformar patrones que condicionan la vida de la persona desde hace años.

¿Cómo es el trance en Hipnosis Conductual?

El trance no implica perder el control ni quedarse inconsciente. Es un estado de concentración ampliada donde la mente consciente se suaviza y el subconsciente se vuelve más accesible. La persona permanece lúcida, presente, pero conectada con su mundo interno. En este estado es posible acceder a emociones, memorias sensoriales y creencias que normalmente están fuera del alcance de la conciencia cotidiana.

¿Qué sucede durante una sesión?

Una sesión combina inducciones hipnóticas clínicas, análisis conductual y técnicas de liberación emocional. Se identifican los patrones que sostienen el síntoma, se activa la respuesta parasimpática del sistema nervioso para liberar tensión y se emplean sugestiones directas para reprogramar conductas desde la raíz. Es un proceso dinámico, personalizado y orientado a producir cambios perceptibles desde la primera sesión.

¿Qué se puede trabajar con este tipo de hipnosis?

La Hipnosis Conductual permite abordar una amplia variedad de problemáticas: ansiedad, estrés, fobias, hábitos automáticos, insomnio, bloqueos emocionales, adicciones psicológicas, autoexigencia, inseguridad, patrones de relación repetitivos y conflictos internos que afectan al bienestar. Su enfoque integral permite actuar tanto sobre la emoción como sobre la conducta y la mente.

¿Por qué funciona tan rápido?

Funciona con rapidez porque interviene en tres niveles simultáneos: la mente cognitiva, la emoción y la respuesta fisiológica. Al reprogramar estos tres sistemas a la vez, se reducen recaídas y se consolidan cambios profundos. No se trabaja solo la idea; se trabaja la sensación, la emoción y el comportamiento asociado, creando un efecto integral y duradero.

¿Para quién es ideal?

Es ideal para personas que desean resultados sólidos sin procesos eternamente largos; para quienes sienten que su mente los bloquea, que sus emociones reaccionan solas, o que repiten patrones sin saber por qué. También es perfecta para quienes buscan una herramienta terapéutica estructurada, eficaz y respetuosa, capaz de transformar comportamientos, liberar cargas emocionales y restablecer estabilidad interna.